
Fue terminada en el siglo XIX y todo su aspecto es de ese siglo. Su fundación es vieja, es cierto, pero el edificio que hoy vemos, no.
Tuve trato con el padre Agustín por varios años, y en sus 15 como párroco hizo cambios en el atrio, la sacristía, la nave y aun en el curato que ahora nadie lamenta, pero a la larga, si redescubren el hilo de vida de Tepecoa, lo harán.
Ahora la parroquia está quebrada. Espero que el salvamento del que será objeto redescubra parte de su original belleza y parte, también, de su enterrada, derruida, saqueada, tapiada y encementada historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario