jueves, 27 de marzo de 2008
miércoles, 26 de marzo de 2008
Estampa de la parroquia
Casa de mi tía Carmen
Todos decían que en la casa de la tía Carmen asustaban. Y a diferencia de los espantos de la casa del tío Andrés, éstos eran básicamente voz: estabas solo en la casa y una soprano portentosa dejaba emitir su arte al primer jicarazo de agua que te acomodabas para bañarte en la pileta; el tenor cantaba al primer parpadeo pesado que indicaba que estabas por dormir y el dueto se escuchaba justo detrás de la puerta si estabas en el momento en que el intestino urgía de necesidades.
Nadie los vio, a nadie azotaron, pero aquellos que escucharon sus voces no toleran siquiera las melodías de las canciones viejas.
Nadie los vio, a nadie azotaron, pero aquellos que escucharon sus voces no toleran siquiera las melodías de las canciones viejas.
Parroquia
La parroquia de Tepecoacuilco es quizá el edificio que más he observado. He encontrado las fechas que definen los momentos de su construcción y los nombres asociados a ella desde el siglo XVIII. He trepado a su campanario desde hace 20 años y he subido al coro para encontrar, detrás del polvo, huellas de su historia.
Fue terminada en el siglo XIX y todo su aspecto es de ese siglo. Su fundación es vieja, es cierto, pero el edificio que hoy vemos, no.
Tuve trato con el padre Agustín por varios años, y en sus 15 como párroco hizo cambios en el atrio, la sacristía, la nave y aun en el curato que ahora nadie lamenta, pero a la larga, si redescubren el hilo de vida de Tepecoa, lo harán.
Ahora la parroquia está quebrada. Espero que el salvamento del que será objeto redescubra parte de su original belleza y parte, también, de su enterrada, derruida, saqueada, tapiada y encementada historia.
Fue terminada en el siglo XIX y todo su aspecto es de ese siglo. Su fundación es vieja, es cierto, pero el edificio que hoy vemos, no.
Tuve trato con el padre Agustín por varios años, y en sus 15 como párroco hizo cambios en el atrio, la sacristía, la nave y aun en el curato que ahora nadie lamenta, pero a la larga, si redescubren el hilo de vida de Tepecoa, lo harán.
Ahora la parroquia está quebrada. Espero que el salvamento del que será objeto redescubra parte de su original belleza y parte, también, de su enterrada, derruida, saqueada, tapiada y encementada historia.
La "tierra doblada" que refirió Hernando de Estrada en 1579
Hernando de Estrada fue uno de los primeros que dio noticia de Tepecoacuilco y, sin duda, fue el cronista de Tepecoa más ameno del que tengo noticia. Vivió durante el siglo XVI.
Estrada decía que Tepecoacuilco estaba situado al pie del cerrillo del mismo nombre y que la tierra a la redonda era doblada pues el clima era cálido y seco. Efectivamente, aunque es mucho más fresco que Iguala, el terreno que rodea a mi pueblo tiene, todo, este aspecto. Quizá no haya cambiado demasiado y la tierra sea la misma desde que los ojos de Estrada se posaron en ella. Han pasado más de 400 años...
Estrada decía que Tepecoacuilco estaba situado al pie del cerrillo del mismo nombre y que la tierra a la redonda era doblada pues el clima era cálido y seco. Efectivamente, aunque es mucho más fresco que Iguala, el terreno que rodea a mi pueblo tiene, todo, este aspecto. Quizá no haya cambiado demasiado y la tierra sea la misma desde que los ojos de Estrada se posaron en ella. Han pasado más de 400 años...
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